El invierno se ha hecho presente en todas sus formas, frío , viento , lluvia. Me gusta saber que cada etapa del año tiene lo suyo, que todo está en equilibrio. En mi ciudad no cae nieve, con eso creo que el invierno sería perfecto. Me conformo con saber que hay nieve en otros lugares, solo hay que desplazarse y asunto zanjado. Llega el invierno y sentimos que tenemos la excusa perfecta para comer y darle rienda suelta al descontrol de harinas, azúcar y grasas. Pero eso no afecta en lo más mínimo a nuestro sentido de culpa. El frío nos da todas los permisos para no tener problemas de conciencia . Cuando llegue el verano haremos dieta. Y así pasa lo mismo año tras año. Entonces los que amamos la pastelería nos arremangamos y ponemos manos a la obra. Ya probar cuanta receta nueva tengamos en pendientes.
Estos bollitos que traigo hoy son un clásico en muchos países, el norte de Europa y Estados Unidos también. En nuestra pastelería local entrarían dentro de lo que llamamos facturas. Aunque tendrían que tener un tamaño no muy grande para ser facturas. Algunos los hacen con glaseado y otros sin él. Por acá también los he visto con el agregado de pasas de uva en su interior. La realidad es que si dejamos andar la imaginación , lasa posibilidades de modificaciones son infinitas, con cítricos, con cacao, con frutos secos...En fin , lo que cada uno quiera ponerle. La traducción sería rollitos de canela pero quedan más simpáticos con su nombre de origen. Aquí les dejo la receta clásica que adapté de varias que vi dando vueltas por ahí. También adapté las cantidades para que no nos salieran miles de rolls como para alimentar al barrio entero. Con estas medidas salen aproximadamente 20 rolls medianos. Así que si quieren tener más cantidad, solo dupliquen la receta que les dejo y listo!
INGREDIENTES
Para la masa
80 cc leche tibia
40 cc agua tibia
15 gr levadura fresca
1/2 cucharada de azúcar
40 gr manteca(mantequilla) pomada
1 cucharada de aceite de girasol o neutro
1 huevo
50 gr azúcar
250 gr harina 0000 (floja o de repostería)
pizca de sal
Para el relleno
75 gr manteca pomada (mantequilla)
75 gr azúcar rubia
1 cucharada de canela en polvo
1 cucharada de maicena
Para el glaseado
150 gr queso crema
150 gr azúcar impalpable
75 gr manteca pomada (mantequilla)
1 cucharadita de esencia de vainilla
pizca de sal
Mezclar la leche y el agua tibia con la levadura y la cucharada de azúcar. Dejar que espume. Mientras tanto mezclar en un bowl el huevo , el aceite la manteca pomada y el azúcar. Unir ambas preparaciones y volcar sobre la harina cernida junto con la pizca de sal. Amasar bien. Tenemos que lograr un bollo tierno para que quede suave nuestra masa final. Si vemos que está muy seco le agregamos un poco más de agua a la masa. Amasamos hasta que el bollo está liso. Lo dejamos leudar tapado en un bowl que aceitamos previamente.
Una vez que haya duplicado el volumen estiramos la masa en forma de rectángulo que sea de un espesor fino ya que después vuelve a leudar y crece en tamaño. y esparcimos la manteca pomada sobre la masa. Mezclamos la canela junto con el azúcar y la sal y espolvoreamos sobre la manteca. Hacemos un rollo con la masa como si fuera un arrollado y cortamos en tajadas de dos dedos de altura. Las ponemos "paraditas" sobre una placa dejando lugar entre cada bollo porque después se expanden bastante en la cocción.
Lo llevamos a un horno medio (previamente calentado) hasta que vemos que se doraron por encima. Eso es aproximadamente 20 minutos , dependiendo el horno de cada uno.
Mezclamos la manteca junto con el azúcar impalpable, la sal y la vainilla. Mezclamos bien e incorporamos el queso crema si queremos que esté más fluido le agregamos un poquito de leche, pero no mucho
Los retiramos del horno e inmediatamente le hacemos el glaseado para que fluya bien.