CHEESECAKE AFTER EIGHT

Como me pasa todos los años, para esta época ando como loca terminando con todos los pedidos para los cumples y reuniones de fin de año. Lo disfruto mucho , es solo que me la paso corriendo todos los días y termino con un dolor de piernas tremendo de andar todo el día parada. Pero sarna con gusto no pica ,no? Esta vez me organizé un poco, no, un poquito, y el postre lo preparé hace unos días pero aquí estoy escribiendo sin parar para terminar mi entrada a tiempo.

 Es por eso que aquí estoy con un nuevo reto de las chicas de Whole Kitchen, que en su propuesta dulce para el mes de Noviembre nos invitan a preparar una masa básica de la pastelería, la pasta sablé. 

Como se imaginarán en mi cocina esta masa la uso bastante seguido, ya que es muy versátil y viene bien para un montón de preparaciones distintas. De hecho ya publiqué la receta de la sablé tiempo atrás, le dejo aquí el link. Tenía que probar algo distinto, usarla en algo que no lo hubiera hecho con anterioridad, es por eso que me decidí por este cheese cake de menta que hacía rato que le tenía unas ganas bárbaras. Salió muy rico porque le puse poca esencia de menta, si me hubiera pasado un poquito creo que no me hubiera gustado tanto, así que les recominedo que tengan cuidado con las cantidades. Los bocaditos after eight son una delicia ,así como también unos que venden por aquí, que son de la marca Felfort y que son los que como de toda la vida. Esta torta no se le parece, pero se le acerca bastante.

Si no se animan con la menta, quitenle la esencia y el colorante y cómanlo así como un cheese cake de los de siempre. Una de las mejores sorpresas que me llevé fue el sabor intenso de la masa, que no llevó azúcar, o sea que quedó amargo  y le vino bárbaro al equilibrio del postre. Los animo a probarlo.

Pasta sablé

230 gs harina 0000 (floja)

20 gs cacao amargo en polvo

100 gs manteca (mantequilla)

pizca sal fina

1 huevo

1 cuchara sopera de leche fría

Colocar la harina junto con el cacao y la sal en un bowl. Formar un hueco en el centro y colocar la manteca blanda junto con el huevo. Mezclar todo hasta integrar pero sin amasar, solo hasta que quede una pasta lisa. Llevar a la heladera por lo menos una hora. Encender el horno. Estirar la masa bien finita. Forrar los moldes (yo usé flaneras) y colocar en su interior, aplastando la masa, papel aluminio y unos porotos para ayudar a que la masa quede en su lugar cuando la horneemos. Cocinar apenas un poco a 180º C, solo hasta que veamos que la masa cambió su color , ya que después vamos a seguir horneando y no queremos que se nos queme la masa. Retirar los porotos y el papel y dejar enfriar.

Cheesecake de menta

260 gr queso Philadelphia

115 gr azúcar

2 huevos

110 gr crema (nata)

16 gr harina 0000 (de repostería)

1/2 cucharadita esencia de menta

colorante vegetal

En un bowl poner el queso batirlo con ganas hasta que se ponga cremoso. Incorporar el azúcar, mezclar bien y luego los huevos de a uno. Es importante no batir , no necesita aire. Agregarle la crema sin batir, la esencia, el colorante y la harina tamizada para que no se nos haga grumos. Volcar sobre el molde que tenemos con la masa y llevar a un horno medio tirando a bajo o sea unos 160º C,  hasta que deje de moverse como líquido. 

Ganache de chocolate

100 gs crema (nata)

100 gs chocolate

Calentar la crema y volcarla sobre el chocolate trozado. Dejar un par de minutos hasta que el chocolate comience a derretirse. Mezclar bien hasta formar una crema.

Una vez frío colocarle la ganache de chocolate por encima.